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La historia del Tiempo-

La historia del tiempo: la historia de la tortuga y el árbol

Por José Argüelles

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   El árbol dijo a la tortuga: la parte más baja de mi tronco y mis raíces siempre podrán ser un lugar para que descanses y pienses. Si el sol está con mucho calor durante el día, mis ramas con hojas te protegerán de la luz. Cualquier meditación que tú tuvieras, yo compartiré con todos los otros árboles, porque nosotros los árboles somos un sólo árbol. A propósito, tortuga, tú has estado por aquí hace mucho más tiempo que yo, ¿Qué tú piensas, qué viste, y qué sabes?

   La tortuga pensó un poco y dijo al árbol:

   Tú eres el par perfecto para mí, árbol. Yo cargaré tu inmovilidad en mi centro donde quiera que yo vaya. En mi movimiento soy como el tiempo, exactamente como tu inmovilidad, tú eres como la mente. El tiempo es constante, la mente es inmóvil. La mente precisa de inmovilidad para saber, el tiempo precisa de constancia para pasar.

   Sea constante como la tortuga,
   sea inmóvil como el árbol,
   inocencia es el equilibrio entre
   la inmovilidad y la constancia
   permanece en tu inocencia
   en todo momento del tiempo
   tu conocimiento girará,
   tu constancia brillará.

   Después que la tortuga cantó su canción, un fuerte viento surgió, haciendo al árbol inclinarse y estremecer. Cuando el viento amainó el árbol pensó un poco y dijo: Tortuga, aquel viento fue muy fuerte. Pero en mi centro mi mente permaneció inmóvil. Ahora yo puedo contarte lo que pienso:

   La quietud es para conocerse, mantén tu quietud y el anillo del
   tiempo será conocido por ti.
   Cuando el anillo del tiempo sea conocido por ti, tú podrás saber
   todo, sabiendo todo tú podrás extender las raíces de la mente
   profundamente en tu cuerpo, y las ramas de tu mente para el
   alto del cielo, de misterio y sueños, este es el poder del
   conocimiento de la mente del árbol.

   Conociendo a la mente en mi centro inmóvil, yo guardo el tiempo,
   un anillo a cada año para la madre tierra
   un anillo a cada año para renovar nuestro nacimiento
   en mi inmovilidad yo te conozco tortuga,
   mi amiga, para siempre leal.

   Cuando el árbol terminó, la tortuga permaneció en la base del tronco del árbol por un largo tiempo.

   Después que muchas lunas habían pasado la tortuga miró para el árbol y dijo: yo me voy andando ahora, árbol. Por que finalmente nosotros nos entendemos. Ya encontraremos muchas maneras de cooperar a través del tiempo del génesis. 000Permaneciendo inmóvil, constante nosotros seremos capaces de resistir hasta el final del génesis. Nosotros seremos capaces de completar nuestra tarea en favor de la sagrada biosfera de la madre tierra. Nosotros guardaremos el tiempo sagrado de la tierra dentro de nosotros mismos, no importa lo que acontezca.

   Estos son mis pensamientos, árbol esto es lo que aprendí de ti, esto es lo que tengo para compartir contigo antes de que yo me vaya.

   Inmovilidad es saber que la mente es todo. Si yo estoy infeliz,
   es porque yo no estoy manteniendo la quietud en mi mente.
   Pensamientos fuera del tiempo hacen que mi mente se nuble.
   Pensamientos en el tiempo hacen mi mente suave. Cuando   
   estoy en la inmovilidad de mi mente yo doy y recibo sin
   siquiera percibir.

   La Inmovilidad me mantiene en mi constancia
   constancia que es para moverse en el tiempo

   Todas las criaturas del reino animal muévense en el tiempo.
   Así como la tierra se mueve en su propio tiempo, mi constancia
   es para la navegación. Cuando soy constante en el tiempo mi
   navegación siempre me lleva para donde me estoy yendo.

   Árbol, donde quiera que yo viaje por tierra o mar
   tu amistad estará constantemente conmigo.
   Seas quien fueras, el tiempo es tuyo para saber.
   Mantente firme en cuanto te vas, todo está en el flujo.

   La tortuga entonces se deslizó silenciosamente de vuelta para la corriente.
   El árbol asistió soñadoramente a la luz de la luna.
   Todo estaba bien en la biosfera.


   Tortuga y árbol retornan al tiempo del sueño

   La bisabuela Galaxia recuerda: después que el árbol y la tortuga establecieron su inmortal amistad, ellos se multiplicaron y esparcieron su especie por toda la biosfera de la tierra.

   El árbol pidió al viento para soplar sus semillas por todos los lugares. Las semillas cruzaron océanos y montañas, enraizándose en el suelo y rocas. A través de la inmovilidad de su mente, el árbol se adaptó a todos los diferentes climas de la atmósfera. De la semilla sueño del tiempo, el árbol desenvolvió muchos otros tipos diferentes de árboles: árboles que soltaban hojas, árboles con grandes palmas en la copa, árboles maduraban a cada trece lunas con maravillosos frutos suculentos.

   La especie tortuga también se esparció por la biosfera de la tierra. La tortuga navegó todas las profundidades bien, como las corrientes y ríos de la tierra. Por todos los lugares la tortuga nadó y se arrastró; la tortuga se adaptó. Algunas tortugas desenvolvieron aletas. Algunas eran pequeñas y precipitaban sus vidas contra las rocas musgosas de las montañas frías y vaporosas. Otras se tornaron gigantes y ardientes guardando sus conocimientos del tiempo en distantes islas desiertas.

   Un día cuando ella era muy vieja, la bisabuela tortuga original vino a procurar al bisabuelo árbol. Era la hora de la tortuga retornar al tiempo del sueño. La tortuga tenía el deseo de estar cerca del bisabuelo árbol, cuando ella dejase para atrás su gran casco al retornar al tiempo del sueño.

   Cuando la tortuga llegó finalmente al lugar donde en aquel momento hacía mucho atrás ella y el árbol habían llegado a su entendimiento, la tortuga estaba espantada.

   El bisabuelo árbol original ahora estaba rodeado por un círculo de árboles. Ese círculo era el centro de una vasta floresta que se extendía hasta donde los ojos de la tortuga podían ver. La tortuga miró para arriba a través del movimiento de la luz del sol y sombra en el topo del círculo de árboles. En un chorro de luz irradiante, la tortuga pensó que podía ver Hunab Ku. Ella estaba en lo cierto. El momento de retornar al tiempo del sueño había llegado.

   La tortuga resolvió descansar debajo del tronco nudoso del bisabuelo árbol. Hongos fantásticos crecían en grandes escaleras por el tronco del bisabuelo árbol. Libélulas y serpientes jugaban en silencioso abandono alrededor de las musgosas ramas más bajas del éste.

   El árbol habló: tortuga, estoy muy feliz en verla. Yo también estoy cansado ahora. Yo tengo transmitido mi mensaje para la última generación de criaturas de la tierra y a todos los árboles del gran reino vegetal de la biosfera. El mensaje es ahora de ellos para recordar hasta el final del tiempo del génesis. Ahora estoy listo para retornar al tiempo del sueño. Vamos juntos.

   La tortuga respondió: Yo soy como tú árbol. También estoy cansada. Yo tengo transmitido todo lo que sé sobre el tiempo a las tortugas del reino animal de la biosfera. Mi conocimiento del tiempo está vacío. Yo debo volver al tiempo del sueño. Tú también debes dejar tu vacío y retornar al tiempo del sueño.

   El árbol está feliz por las palabras de la tortuga. Por gratitud por el tiempo de la tortuga, el árbol decidió darle un regalo especial: un recuerdo del árbol. El árbol dijo: Tortuga, sube por mi tronco lo más alto que puedas. Tenga certeza de que el fondo de su casco está descansando en mi tronco.

   La tortuga arrastró su gran cuerpo y casco por el tronco del árbol y subió lo máximo que pudo. Allí llegando ella descansó; allí ella inspiró profundamente. Cuando exhaló, no respiró más. 000En ese momento una cosa mágica aconteció.

   Donde el casco de la tortuga descansó en el tronco del árbol, el árbol deja un simple recuerdo de sí mismo. En esos días verás el eje del gran tronco del árbol corriendo por el centro del fondo del casco de cada tortuga. En ambos lados del recuerdo del tronco del árbol, ramas se extienden hasta próximo del casco de la tortuga, de esa manera el árbol dejó un recuerdo actual de inmovilidad, quietud que hace a la constancia valer la pena.

 

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